MITO 1: Jesús no tiene tiempo para los niños.  

Jesús considera a los niños muy importantes

Según Mateo 19:13, la gente llevaba a los niños a Jesús, para que El orara por ellos y los discípulos los reprendieron, sin embargo Jesús salió en defensa de los niños y les dijo que El Reino de los cielos es para ellos. Además puso su mano sobre ellos y los bendijo. La iglesia necesita reconocer la importancia de cada niño y dedicar tiempo y recursos para que se acerquen más a Dios. 

MITO 2: Los niños son muy pequeños para tener
una relación personal con Jesús.

Algunos creen que los niños son demasiado pequeños para entender el mensaje de la Biblia, pero en 2 Timoteo 3:15, Pablo nos habla sobre la infancia de Timoteo, como a través de ella, él aprendió a tener fe. Nacer en un hogar cristiano no hace que el niño sea cristiano.  Al igual que los adultos, deben nacer de nuevo y eso no sucede automáticamente.  Debemos luchar por las almas de cada niño, para que sean salvos. Los niños son capaces de confiar en Jesús desde muy temprana edad.  Es mucho mejor si pasa antes de que lleguen a la adolescencia.

3. MITO: Los niños no son influenciados por este mundo.

Los niños se enfrentarán a muchos problemas al crecer en este mundo y serán afectados por muchas influencias no cristianas. Ellos se exponen de ese ambiente: chismes, palabras negativas, malos hábitos, violencia en la televisión, obscenidades, música secular, peligros en el internet y mucho más. 

Por eso, un niño nunca es demasiado joven para aprender acerca de la Palabra de Dios. Además, debemos enseñarle a discernir las mentiras del mundo, y así puede mantenerse firme ante las corrientes del mundo. El niño tiene que conocer a Dios personalmente, que tenga su propia experiencia.  

4. MITO: Los niños no quieren leer la Biblia.

Existen muchas promesas Bíblicas para los niños como esta:

“Y vuestros niños, de los cuales dijisteis que servirían de botín, y vuestros hijos que no saben hoy lo bueno ni lo malo, ellos entrarán allá (a la Tierra Prometida), y a ellos la daré, y ellos la heredarán.” (Deuteronomio 1:39) Cuando el pueblo de Israel había llegado a la frontera de la Tierra Prometida, perdieron la fe de poder conquistarla por causa de los gigantes que vivían allí. Entonces murmuraron contra Dios y contra Moisés, y decidieron volver a Egipto. (Vea también Números 14:31). Como consecuencia, no pudieron entrar a la Tierra Prometida y tuvieron que caminar 40 años por el desierto. Pero Dios prometió dar a los niños la victoria que los adultos no habían alcanzado.

Aquí podemos entender, sin entrar mucho al significado profundo de esta promesa, que Dios promete a los niños que ellos pueden “sobrepasar” espiritualmente a los adultos. Con una confianza sencilla en el Señor, ellos pueden lograr “conquistas” espirituales que no son posibles para la mayoría de los adultos. Como adultos, con frecuencia nos acostumbramos a una manera demasiado sofisticada de pensar, y esto nos lleva a cuestionar a Dios y a dudar de Su poder.

5. Mito: Los Niños no pueden servir al Señor 

Proverbios 22:6, dice “Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de Él”.  Nada de esto sucederá automáticamente.  Ningún niño conocerá al Señor por sí solo.  Debemos luchar por el alma de cada niño para que sea salvo en el Señor.  Debemos invertir oración, tiempo y esfuerzo en una enseñanza cristiana para los niños.  Los niños tienen toda una vida por delante y pueden servir al Señor siendo niños.

¿Qué debemos hacer?

* Llevar los niños a la iglesia es una de las mejores maneras de ponerlos en la trayectoria a la salvación y a la vida para Dios.

* Compartir con los niños en la adoración a Dios y el aprendizaje juntos.

* Ser un ejemplo para los niños. Esta es la mejor educación que pueden recibir.

* Orar por ellos cuando son bebés y luego enseñarles a orar cuando son niños. Esta es una gran manera de ayudarles a convertirse en guerreros de oración para Dios.

Vea nuestro video: “Rompiendo los Mitos de los Niños
y Sus Vidas Espirituales”.