“Llegando a la Generación Alfa”

El 15 de abril de 1912, el predicador Bautista John Harper murió en el hundimiento del RMS Titanic en el Océano Atlántico Norte. Incluso en medio de esa grave situación, el hecho sorprendente de este hombre fue que nunca dejó de predicar el Evangelio hasta que pereció esa noche fría. Incluso, ofreció su asiento en el bote de rescate y le dijo a alguien más: “Lo necesitas más que yo”.

En el mundo de hoy, en estos tiempos difíciles cuando el mal y la necesidad están en aumento, los cristianos sienten la urgencia del Evangelio más que nunca. Podemos sentirnos muy cómodos dentro de las cuatro paredes de nuestra iglesia, con nuestro “seguro de vida eterna” intacto. Pero una cosa es segura: no es tan fácil como solía hacer que las familias vinieran a la iglesia y que usted alcanzara a los niños para Cristo.

¡Seamos sinceros! Los niños son un grupo único de individuos. Recuerde, la regla número uno de hablar en público es “conocer a su audiencia”.

Entonces, conoce a la Generación Alfa:

  • Nacidos entre 2010 y 2025.
  • Inmerso en la tecnología desde su nacimiento.
  • Busque asesoramiento en línea.
  • A menudo adicto a Internet y los videojuegos.
  • Preocupado por problemas actuales como el calentamiento global y salvar el planeta
  • Tienden a tener pocas conexiones con otros, pero anhelan relaciones personales

Por lo tanto, no solo los ministerios de niños tienen que intensificar la ardua tarea de atraer a estos niños (con sus cortos períodos de atención, confusión sobre su identidad sexual y miedo al futuro), sino que sus padres a menudo tienen creencias religiosas poco profundas y poca o ninguna conexión con una iglesia local. Por esa razón, puede ser hora de llegar a la generación de hoy con algunos programas alternativos a la escuela dominical y la iglesia de los niños.

Alternativas al Ministerio Tradicional de Niños:


1. Grupos / Clubes para niños

Durante los meses de verano en su comunidad, cree un club a corto plazo (no más de 3 meses) en su hogar para niños no alcanzados. Entregue invitaciones a familias no cristianas en su vecindario. Hable con sus padres sobre las actividades que planeas tener. Concéntrese en la diversión, pero asegúrese de que haya un mensaje del Evangelio en todo lo que haga.

2. Un Picnic en un Parque

Ofrezca un picnic comunitario gratuito donde usted organice emocionantes juegos acuáticos para niños en el verano u otra clase de juegos. Con buena publicidad, podría ser una forma innovadora de invitar a las familias a la iglesia.

3. Ministerio Infantil en tiempos de Crisis

En todo el mundo, ocurren desastres naturales con muchos niños entre las víctimas. En Ecuador, en abril de 2017, experimentamos un terremoto de 7.8 en la escala de Richter que destruyó ciudades en menos de un minuto. Esa Navidad, organizamos la “Operación Teddy Bear” y pudimos ministrar a 1000 personas en un evento.

4. Campamentos y Retiros para niños

Alejemos a los niños de la tecnología con una aventura al aire libre que nunca olvidarán. El objetivo es sacar a los niños de situaciones domésticas no cristianas y vecindarios malos para permitir que el Espíritu Santo trabaje en sus corazones y transforme sus vidas.

5. Campos Blancos

Lleve al equipo de la Iglesia a un nuevo nivel mediante la planificación de una presentación del Evangelio en un parque o escuela. Use títeres, teatro, actividades, juegos y coreografías para atraer la atención de los niños. Pronto verá que sus presentaciones dentro de su iglesia también mejorarán mientras ustedes ganan almas para Cristo.

6. Noches de Cine

En su vecindario (en una instalación que no sea de la iglesia, si es posible), ofrezca una noche de película cristiana gratuita cada mes con todas las palomitas de maíz que puede comer. Promocione en línea y por invitación personal a su familia, amigos y vecinos no salvos. Invítelos a recibir al Señor al final de la presentación u a asistir a otro evento en su iglesia.

7. Proyectos y Viajes misioneros

Enseñe a los niños de su congregación la importancia de ganar a los perdidos en el extranjero o en campos misioneros de su país. Involúcrese en un proyecto de recaudación de fondos que ayudará directamente a los misioneros a evangelizar a los impíos. Considere también la posibilidad de organizar un viaje de misión para familias cristianas y sus hijos.